9 May 2011

Current Legislation European Union

Legislación al día. Unión Europea

COM (2011) 144 final. Bruselas 28 de marzo de 2011 Libro Blanco: Hoja de ruta hacia un espacio único europeo de transporte: por una política de transportes competitiva y sostenible

Autor: Ana Mª Barrena Medina. Personal Investigador en Formación, CIEDA- Ciemat

Temas Clave: Transportes; Energía; Eficiencia Energética; Vehículos; Emisiones de CO2

Resumen:

Dado que el transporte se constituye como una herramienta fundamental para la economía y para la sociedad en general, si bien el mismo se encuentra en una encrucijada en la que los antiguos problemas persisten y a los mismos se les van añadiendo otros. Un transporte que ha de ser eficiente, pero también sostenible para lo que se han de prever las limitaciones de recursos y medioambientales.

El petróleo es un combustible cada vez más escaso y cuyo precio va en aumento, pero del cual Europa continúa siendo dependiente; una dependencia que si no se soluciona podrá acarrear nefastas consecuencias económicas. Una dependencia total del petróleo y de los productos derivados del mismo por parte del sector del transporte. El reto se fija, por tanto, se encuentra en romper la dependencia de los sistemas de transporte respecto del petróleo, pero sin sacrificar la eficacia, ni la movilidad. En la línea con la iniciativa “Una europea que utilice eficazmente los recursos” establecida en la Estrategia Europea 2020 y con el Plan de Eficiencia Energética 2011, el objetivo principal reside en conseguir el mejor sistema de transporte empleando los recursos de forma más eficiente; esto es, usar menos energía y más limpia, explotar mejor una infraestructura moderna y reducir su impacto negativo en el medio ambiente y en sus valores naturales esenciales, como son el agua, la tierra y los ecosistemas. En ningún caso planteándose una restricción de la movilidad.

A su vez, se ha realizado un llamamiento sobre la necesidad de reducir considerablemente las emisiones de gases de efecto invernadero. Emisiones en las que tiene mucho que ver el sector del transporte, el cual ha de realizar una reducción de al menos el sesenta por ciento para 2050. Una reducción de emisiones en la que juegan un papel transcendental las nuevas tecnologías para vehículos y la gestión del tráfico. Además, las infraestructuras determinan la movilidad, por lo que no es posible ningún cambio en el transporte si el mismo no es respaldado por una red adecuada y una inteligencia en su uso. Un cambio en las infraestructuras que lleva muchos años y las elecciones que se hagan en la actualidad serán determinantes para el transporte de 2050.

El método para solventar los problemas actuales y el margen de actuaciones para cambiar el sistema actual varía según los segmentos de transporte, señalándose como fundamentales: distancias medias, distancias largas y transporte urbano; a su vez, su concretización depende de muchos actores: la Unión Europea, cada uno de los Estados miembros, las regiones, las ciudades, la industria, los interlocutores sociales y los ciudadanos en general. Encontrándose englobados, también, dentro del sector del transporte el marítimo y la aviación, con su propia naturaleza.

A la vista de estas circunstancias establece diez objetivos para un sistema de transporte competitivo y sostenible: valores de referencia para lograr el objetivo del sesenta por ciento de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, divididos en tres bloques. El primero de ellos el de desarrolla y utilizar nuevos combustibles y sistemas de propulsión sostenibles, que comprende por un lado reducir a la mitad el uso de automóviles de “propulsión convencional” en el transporte urbano para 2030; eliminarlos progresivamente en las ciudades para 2050; lograr que la logística urbana de los principales centros urbanos en 2030 esté fundamentalmente libre de emisiones de dióxido de carbono; así como el llegar a una cuota del cuarenta por ciento de combustibles sostenibles hipocarbónicos en el sector aéreo para 2050; reducir, también para 2050, las emisiones de dióxido de carbono de la UE procedentes de fuelóleo para calderas del sector marítimo en un cuarenta por ciento – y si es posible, en un cincuenta por ciento-. En segundo lugar, optimizar el rendimiento de las cadenas logísticas multimodales, incluso incrementando el uso de modos más eficientes desde el punto de vista energético, mediante el intento de transferir a otros modos, como el ferrocarril o la navegación fluvial, de aquí a 2030 el treinta por ciento del transporte de mercancías por carretera, y para 2050, más del cincuenta por ciento apoyándose en corredores eficientes y ecológicos de tránsito de mercancías. Para cumplir este objetivo también se hará preciso desarrollar la infraestructura adecuada. Así como a través de completar una red europea de ferrocarriles de alta velocidad, triplicar la longitud de red existente y mantener una densa red ferroviaria en todos los Estados miembros; disponer de una red básica de RTE-T que cubra toda la Unión, así como mediante la conexión, de aquí a 2050, de todos los aeropuertos de la red básica a la red ferroviaria, preferiblemente de alta velocidad. En tercer lugar, aumentar la eficiencia del transporte y del uso de la infraestructura con sistemas de información y con incentivos basados en el mercado, a través de cuatro objetivos: el primero consistente en implantar la infraestructura de gestión del tráfico aéreo modernizada en Europa para 2020 y finalizar la construcción de la Zona Europea Común de Aviación; el segundo consistente en establecer el marco para un sistema europeo de información, gestión y pago de los transportes multimodales; el tercero relativo a aproximarse al objetivo de cero muertes en el transporte por carretera de aquí a 2050; y finalmente avanzar hacia la aplicación plena de los principios de usuario pagador y de quien contamina paga y del compromiso del sector privado para eliminar distorsiones, incluidas subvenciones perjudiciales, generar ingresos y asegurar la financiación para futuras inversiones en transportes.

Siendo preciso para el logro de los citados objetivos, y al fin y al cabo de una transformación del sistema de transporte europeo,  que se implante un marco eficiente para los usuarios y operadores de transportes, así como una rápida implantación de nuevas tecnologías como forma de dejar de depender del petróleo y el desarrollo de infraestructuras adecuadas; todo ello con la ayuda de una combinación de iniciativas en los ámbitos más variados y a todos los niveles. Un cambio en el sistema de transportes europeo cuya andadura comenzó con el Libro Blanco sobre el Transporte de 2001.

Finalmente, en la Comunicación se recoge un anexo con una lista de iniciativas, iniciativas relativas al sistema de movilidad eficiente e integrado, relativas a la tecnología y comportamiento, a las infraestructuras y la financiación inteligente y, por último, a la dimensión exterior. Resultando de interés aquella que señala la necesidad de aunar esfuerzos en la investigación y desarrollo de vehículos limpios, seguros y silenciosos para los diferentes modos de transporte, de una estrategia sostenible de combustibles alternativos y la correspondiente infraestructura y las innovaciones para una movilidad urbana sostenible, entre otras. E igualmente resaltar la referida a la necesidad de determinar las condiciones necesarias del marco reglamentario mediante la norma normalización o la reglamentación: de las normas adecuadas para las emisiones de CO2 de los vehículos en todos los modos, llegado el caso suplementadas con requisitos de eficiencia energética, para abarcar todos los tipos de sistemas de propulsión; normas para vehículos de niveles de emisión de ruido; propuesta, a más tardar en 2013, de un ciclo revisado de ensayos para medir las emisiones con objeto de asegurar la reducción de las emisiones de CO2 y de los otros contaminantes en condiciones reales de conducción; estrategias de contratación pública que garanticen la rápida adopción de nuevas tecnologías; normas de interoperabilidad de la infraestructura de tarificación vial para los vehículos limpios; directrices y normas para infraestructuras de reabastecimiento de combustible; normas de interfaz para comunicaciones infraestructura a infraestructura, vehículo a infraestructura y vehículo a vehículo; condiciones de acceso a datos de transporte con fines de seguridad y protección; especificaciones y condiciones para sistemas inteligentes de tarificación y pago relacionados con el transporte; mayor aplicación de las reglas y normas existentes. Así como las relativas al etiquetado de las emisiones de CO2 y la eficacia energética de los vehículos, la conducción ecológica y la estrategia para una logística urbana de emisiones casi nulas en 2030.

La Comunicación ha sido objeto de dictamen de la Sección especializada de Transportes, Energía, Infraestructuras y Sociedad de la Información, el cual fue objeto de publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea el 6 de abril de 2011 (http://eur-lex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ.do?uri=OJ:C:2011:107:0037:0043:ES:PDF).